Las mujeres argentinas
están entre las más perjudicadas por el escándalo de las prótesis mamarias de
la marca francesa Poly Implant Prothèse (PIP) que fueron rellenadas con un gel
de silicona no homologado para uso médico.
Esta decisión de la
marca provocó una tasa mucho mayor de ruptura interna en las mujeres que se
habían colocado las prótesis.
Como consecuencia del
escándalo fueron prohibidas a nivel mundial y el fabricante recibió una condena
con prisión y otra monetaria para resarcir económicamente a las perjudicadas.
Unas 300 argentinas resultaron damnificadas por la marca PIP. Las mujeres
cobraron un primer resarcimiento y esperan recibir el año próximo una
indemnización definitiva.
Lo sucedido provocó
que se realicen controles en los implantes y dispositivos médicos que ingresan
a la Argentina.
Fuente: La Voz del Interior
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